EL DESEO DEL ANALISTA Y LA HEREJíA DEL SUJETO. Ernesto Vetere
Ed. Letra Viva

[...] Si alguna vez afirmé que la práctica de un psicoanalista es clínica, teórica e institucional, Ernesto Vetere las transmite con el compromiso y el entusiasmo que tan bien tematiza. La práctica clínica, en el gusto que transmite por sus tareas en los hospitales platenses y en el análisis de los tratamientos que conduce o comenta leyendo a la letra; la práctica teórica, en la lectura pormenorizada de los textos que recorre y sobre los que siempre toma posición; la práctica institucional, en su interrogación de la reunión de analistas, de la institución psicoanalítica, del pase y en su peculiar interpretación de qué es la “transferencia de trabajo” que abre a un diálogo profundo, buen augurio para el lector.
En cada una de estas prácticas que va enlazando en este libro, enlaza también la herejía del sujeto al deseo del analista, que desde el título nos convoca a discutir palmo a palmo, frase a frase, discusión de la que el lector no podrá abstenerse si en el porvenir del Psicoanálisis está interesado. En este enlace sitúa el entusiasmo, que no opone a la abstinencia sino que ubica a ambos como inherentes a la posición del analista. 
[...] El Psicoanálisis no es revolucionario, pero sí subversivo, y por eso no plantea una salida con esperanza en lo que el Otro pueda generar, ni en ningún “bien universal”. El “soberano bien” es en singular y se lo procura cada sujeto sosteniendo su deseo, su elección, su herejía, y cada analista sosteniendo ese deseo advertido, ese deseo más fuerte que el de él como sujeto, que lo lleva a sostener su triple práctica con entusiasmo, con ese entusiasmo con que leí este libro y que invito a leer y debatir a quienes se nombran analistas.
 

Fragmentos del Prólogo de José A. Zuberman

DESEO DEL ANALISTA Y LA HEREJIA DEL SUJETO, EL.VETERE, ERNESTO

$11.700
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EL DESEO DEL ANALISTA Y LA HEREJíA DEL SUJETO. Ernesto Vetere
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[...] Si alguna vez afirmé que la práctica de un psicoanalista es clínica, teórica e institucional, Ernesto Vetere las transmite con el compromiso y el entusiasmo que tan bien tematiza. La práctica clínica, en el gusto que transmite por sus tareas en los hospitales platenses y en el análisis de los tratamientos que conduce o comenta leyendo a la letra; la práctica teórica, en la lectura pormenorizada de los textos que recorre y sobre los que siempre toma posición; la práctica institucional, en su interrogación de la reunión de analistas, de la institución psicoanalítica, del pase y en su peculiar interpretación de qué es la “transferencia de trabajo” que abre a un diálogo profundo, buen augurio para el lector.
En cada una de estas prácticas que va enlazando en este libro, enlaza también la herejía del sujeto al deseo del analista, que desde el título nos convoca a discutir palmo a palmo, frase a frase, discusión de la que el lector no podrá abstenerse si en el porvenir del Psicoanálisis está interesado. En este enlace sitúa el entusiasmo, que no opone a la abstinencia sino que ubica a ambos como inherentes a la posición del analista. 
[...] El Psicoanálisis no es revolucionario, pero sí subversivo, y por eso no plantea una salida con esperanza en lo que el Otro pueda generar, ni en ningún “bien universal”. El “soberano bien” es en singular y se lo procura cada sujeto sosteniendo su deseo, su elección, su herejía, y cada analista sosteniendo ese deseo advertido, ese deseo más fuerte que el de él como sujeto, que lo lleva a sostener su triple práctica con entusiasmo, con ese entusiasmo con que leí este libro y que invito a leer y debatir a quienes se nombran analistas.
 

Fragmentos del Prólogo de José A. Zuberman