¿EL PSICOANÁLISIS ES SCIENTIA SEXUALIS? Placer, trauma y acto en la obra de Lacan. Claudio Reyes Lozano
Ed. Letra Viva

Esta obra encuentra una pregunta que, como acontecimiento sintomático inaccesible en su totalidad, aparece cada cierto tiempo en nuestra sociedad para interpelarnos y dejarnos inquietos. Esta pregunta, si realizamos el forzamiento de escribirla, se traza de la siguiente manera: ¿El psicoanálisis ha logrado dar testimonio de la sexualidad humana? A partir de los múltiples movimientos que se vienen originando en los últimos años relativos a la sexualidad y el género, nos cuestionamos qué es lo que queda, y también lo que no, sobre el saber sexual propuesto por el psicoanálisis.
Desde su origen la concepción freudiana de sexualidad fue atacada a través de disímiles frentes: el religioso, el político, el científico, el moral, entre otros. La sexualidad freudiana fue asumida por el mundo occidental como una enfermedad perversa que debía controlarse y, en el mejor de los casos, erradicarse por completo. Sin embargo, a medida que los años transcurrieron y la sobrevivencia del psicoanálisis fue un hecho, los freudianos fueron perturbados nuevamente sin previo aviso: esta gran conmoción la provocó la última gran crítica hacia la sexualidad psicoanalítica enunciada hasta la actualidad.
Inesperadamente esta crítica germinó desde un territorio muy diferente a la de los primeros detractores de Freud; incluso, paradójicamente, emergió desde los grupos que, en la primera mitad del siglo XX, ayudaron a construir el movimiento freudiano. Esta última gran crítica la fechamos en 1976 con la publicación de La historia de la sexualidad I: La voluntad de saber de Michel Foucault. En ella el autor muestra cómo, a diferencia de los primeros ataques hacia Freud fundamentados en la hipótesis represiva de la sexualidad, el psicoanálisis surge como scientia sexualis, dispositivo que hace hablar, confesar, a la sexualidad para finalmente controlarla y domesticarla.
¿Esta última gran crítica desmorona la subversión psicoanalítica de la sexualidad? Junto a las reflexiones de Freud y Lacan, esta obra se propone recorrer las deliberaciones foucaultianas no sólo para criticarlas, sino para encontrar en ellas su qui pro quo, en tanto verdad sobre la sexualidad que, aunque el autor Foucault se niegue en reconocer, su discurso comparte con el psicoanálisis: la dimensión de la sexualidad como ars erotica.

PSICOANALISIS ES SCIENTIA SEXUALIS, EL?.REYES LOZANO, CLAUDIO

$10.600
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¿EL PSICOANÁLISIS ES SCIENTIA SEXUALIS? Placer, trauma y acto en la obra de Lacan. Claudio Reyes Lozano
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Esta obra encuentra una pregunta que, como acontecimiento sintomático inaccesible en su totalidad, aparece cada cierto tiempo en nuestra sociedad para interpelarnos y dejarnos inquietos. Esta pregunta, si realizamos el forzamiento de escribirla, se traza de la siguiente manera: ¿El psicoanálisis ha logrado dar testimonio de la sexualidad humana? A partir de los múltiples movimientos que se vienen originando en los últimos años relativos a la sexualidad y el género, nos cuestionamos qué es lo que queda, y también lo que no, sobre el saber sexual propuesto por el psicoanálisis.
Desde su origen la concepción freudiana de sexualidad fue atacada a través de disímiles frentes: el religioso, el político, el científico, el moral, entre otros. La sexualidad freudiana fue asumida por el mundo occidental como una enfermedad perversa que debía controlarse y, en el mejor de los casos, erradicarse por completo. Sin embargo, a medida que los años transcurrieron y la sobrevivencia del psicoanálisis fue un hecho, los freudianos fueron perturbados nuevamente sin previo aviso: esta gran conmoción la provocó la última gran crítica hacia la sexualidad psicoanalítica enunciada hasta la actualidad.
Inesperadamente esta crítica germinó desde un territorio muy diferente a la de los primeros detractores de Freud; incluso, paradójicamente, emergió desde los grupos que, en la primera mitad del siglo XX, ayudaron a construir el movimiento freudiano. Esta última gran crítica la fechamos en 1976 con la publicación de La historia de la sexualidad I: La voluntad de saber de Michel Foucault. En ella el autor muestra cómo, a diferencia de los primeros ataques hacia Freud fundamentados en la hipótesis represiva de la sexualidad, el psicoanálisis surge como scientia sexualis, dispositivo que hace hablar, confesar, a la sexualidad para finalmente controlarla y domesticarla.
¿Esta última gran crítica desmorona la subversión psicoanalítica de la sexualidad? Junto a las reflexiones de Freud y Lacan, esta obra se propone recorrer las deliberaciones foucaultianas no sólo para criticarlas, sino para encontrar en ellas su qui pro quo, en tanto verdad sobre la sexualidad que, aunque el autor Foucault se niegue en reconocer, su discurso comparte con el psicoanálisis: la dimensión de la sexualidad como ars erotica.